Atardecer bogotano

Lleno vacíos en cuerpos que no conozco buscando lo que perdí contigo.

Ahora me dedico a tocar las paredes de los cuartos oscuros suponiendo que te encuentro.

Vuelves pero no eres el mismo.

Caminas sin mí pero conmigo.

Me besas a mí pero en tu cabeza no estoy yo.

A tu corazón le debo explicaciones que ni yo comprendo.

Bajamos las montañas que un día subimos juntos.

Empedradas y enlodadas.

Susurrando y temiendo.

De repente en picada todo se destiñe.

El verde favorito de las hojas, los prados y las montañas.

Las nubes en ese cielo al que le oro tanto.

El naranja de mis atardeceres favoritos que bautizo con tu nombre.

Y te suelto.

Y me sueltas.

Y nos convertimos en dos desconocidos a los que solo yo estoy intentando olvidar.